Hace unos días, OpenAI anunció
ChatGPT Agent, un asistente capaz de controlar un PC virtual completo: navega webs, ejecuta código, crea archivos, rellena formularios, compra online. Combina tres capacidades hasta ahora separadas:
Deep Research,
Operator y la creación de documentos. El resulado es superior a la suma de sus partes.
Es un salto cualitativo, más que un simple salto incremental.
Los copilotos vistos hasta ahora te ayudaban a usar software ya existente, pero Agent te hace plantearte si realmente necesitas ese software. ¿Para qué abrir Office si puedes pedir a la IA que haga todo desde cero? Pasamos a la era de "humano + agente", no "humano + herramienta". Es una gran diferencia. El agente va ejecutando sin supervisión.
Sus primeras víctimas, muy posiblemente, serán los recién graduados, los juniors que se dedican a tareas algo más mecánicas e introductorias. Investigar mercados, crear análisis financieros, hacer informes. El tipo de trabajo que queda especialmente expuesto. Los resultados requerirán revisión senior, claro. Pero revisión, y senior; no creación junior.
Para Microsoft, el de OpenAI es
un matrimonio de conveniencia cada vez más incómodo, con cada vez más señales de fractura. Tras su inversión en OpenAI, ve cómo Office puede quedarse obsoleta frente a Agent. Porque OpenAI ya no necesita integrarse en Excel: puede crear mejores hojas desde cero. Y así con todo lo demás.
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