Una ronda de inversión gigante, una dimisión y una potencial reestructuración sacuden los pilares de una empresa que tiene cada vez menos de "open".
En 2008 Sam Altman fue uno de los invitados sopresa de Steve Jobs en la WWDC 2008. Aquel jovencito vestido con vaqueros y dos polos —con uno no era suficiente, parece— mostraba una app para el iPhone que luego acabaría vendiendo por 43 millones de dólares. Nadie le prestó demasiado atención. Nadie pensaba que podría convertirse en dueño y señor de la tecnología con mayor potencial de nuestra era. Pero en esas estamos. Con un Altman que tras cofundar OpenAI en 2015 fue poco a poco ganando batallas y deshaciéndose de antiguos aliados para tener más y más control sobre la empresa. Quienes le acompañaron los primeros años han acabado rindiéndose y dejando la empresa para seguir sus propios caminos. Esta semana veíamos las últimas rendiciones —entre ellas, nada menos que la de su CTO, Mira Murai— y aunque todas esas salidas han sido "amigables" de cara al público, todo apunta a que es posible que la intrahistoria de OpenAI sea bastante más fea. Pero es que a esos despidos se suman otros movimientos de lo más llamativos. El primero, ese proceso que lidera Altman para recaudar nada menos que 6.500 millones de dólares y convertir a OpenAI en una empresa tan grande como Disney o Inditex, aunque sea vendiendo hype. Y el segundo, el potencial cambio de estructura que se está barajando en la cúpila de la empresa. Empezaron sin ánimo de lucro, pero los últimos datos apuntan a que serán una con (mucho) lucro. Y de lograrlo, Sam Altman probablemente se convertirá en algo así como el Zuckerberg de la IA. Quién lo hubiera dicho de aquel chaval vestido con dos polos. | |
John Tones se nos pone un poco siniestro esta semana y nos recomienda ' Uzumaki', una serie anime que ha tardado lo suyo en llegar: "Es una de las obras maestras absolutas del manga de terror y Junji Ito, su autor, se codea con los más grandes del género, como Hideshi Hino o Kazuo Umezu. Y esta adaptación, después de un largo proceso de producción (fue anunciada en 2019, y solo cuenta con cuatro episodios), llega al fin a nuestras pantallas a través de Max, respetando a la perfección la escalofriante estética y argumento del manga. Concebida en blanco y negro para respetar la atmósfera original, la serie cuenta la historia de una maldición en forma de espirales que afecta a los habitantes de una pequeña ciudad. Con sus aires de horror lovecraftniano, pero con el indescriptible e inquietante sello del autor, donde los cuerpos se retuercen hasta extremos inverosímiles y la psicosis se refleja en gestos crispados y comportamientos extremos, Uzumaki es el mejor aperitivo posible para Halloween". | |
Esa es la cantidad que un emprendedor llamado Chris Willson se gastó para restaurar un antiguo crucero de origen alemán. El barco, construido en 1955, contaba con 72 metros de eslora, 85 camarotes, diferentes salones, espacios gastronómicos y galerías. Incluso apareció en una película de James Bond. Tras rebautizarlo como Aurora y volver a ponerlo en buena forma, se encontró con un problema:no pudo disfrutarlo. | |
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